miércoles, 21 de marzo de 2007

Bar Mut



Ayer cena de horario casi europeo en el Bar Mut

Dados de atún con espárragos, espárragos con queso

huevos fritos con foie y solomillo con algo más.

Pan con tomate y albahaca y mucho vino blanco dulce.

Trentaycinco euros más 2 de propina.

Luego atontamiento de cabeza.

Imposible seguir a House, ni a los Serrano,

lo mejor fue seguir hasta la cama.

El Bar Mut está en Pau Claris con Avda. Diagonal.

2 comentarios:

Salvador dijo...

Cenamos extraordinariamente la noche del 17 de Junio de 2007, después de la corrida de José Tomás, Cayetano y Finito en la Monumental. Mi compañía era excepcional en asuntos culinarios, ya que Cecilio Lera y su hijo Luis Alberto me acompañaban. El gerente del local nos atendió muy amablemente (después de las presentaciones nos confirmó que conocía el Mesón de Labrador de Castroverde de Campos, que había visitado en 1992). El trato fue muy afectivo, el vino del Priorat muy bueno, y la comida muy bien elaborada. Todo estaba muy rico. El ambiente estaba un poco entristecido, no sé si tenía algo que ver que el Madrid había ganado la liga.
El precio, 300 euros por los tres me pareció un poco subido. Cecilio nos invitó muy gustosamente y fue una visita que obliga a volver.
Salvador Porqueras

Salvador dijo...

Cenamos extraordinariamente la noche del 17 de Junio de 2007, después de la corrida de José Tomás, Cayetano y Finito en la Monumental. Mi compañía era excepcional en asuntos culinarios, ya que Cecilio Lera y su hijo Luis Alberto me acompañaban. El gerente del local nos atendió muy amablemente (después de las presentaciones nos confirmó que conocía el Mesón de Labrador de Castroverde de Campos, que había visitado en 1992). El trato fue muy afectivo, el vino del Priorat muy bueno, y la comida muy bien elaborada. Todo estaba muy rico. El ambiente estaba un poco entristecido, no sé si tenía algo que ver que el Madrid había ganado la liga.
El precio, 300 euros por los tres me pareció un poco subido. Cecilio nos invitó muy gustosamente y fue una visita que obliga a volver.
Salvador Porqueras